Además de atraer a los ricos y famosos a sus playas doradas, el excelente clima de Florida también es perfecto para el cultivo de frutas, lo que convierte al estado del sol en uno de los mayores productores de naranjas del mundo. Conocemos a un agricultor de cítricos que nos muestra parte del proceso de cosecha.

Dejando atrás los naranjales y las urbanizaciones de jubilados del sur de Florida, viajamos hacia el norte, pasando por la Isla Pelícano, la primera reserva natural de Estados Unidos, y el histórico sitio de lanzamiento de cohetes en Cabo Cañaveral. Luego llegamos a Daytona, que es popular tanto entre los estudiantes que buscan fiesta como entre los fanáticos del automovilismo.

Gary Rosier, residente de Daytona, ha tenido una pasión por los automóviles desde que tiene memoria, y se reúne cada semana con otros entusiastas para ir a exhibiciones de autos en sus coches clásicos. ¡En Daytona, incluso puedes conducir tu auto en la playa!

Al norte de Daytona se encuentra la ciudad de St. Augustine, donde los primeros colonos españoles desembarcaron y construyeron un fuerte. La zona se convirtió en un crisol de pueblos y culturas, formando gradualmente una comunidad cosmopolita. Hoy en día, su herencia europea sigue siendo evidente en su arquitectura.