Cuando una llamada a su hermana en París queda sin respuesta, Jennifer reúne sus fuerzas y comienza a lidiar con los problemas que enfrentan los niños, primero ayudando a Flo a recuperar su confianza, y luego ideando un plan para evitar que Miles sea acosado en la escuela.

Jennifer decide cómo manejar la situación de Alice, luego su propia madre llama y hablan sobre las dificultades y alegrías de la maternidad. Jennifer, Will y los niños se preparan para un gran festín, sin saber cuántas personas realmente vendrán a cenar...

Jennifer se da cuenta de que la lesión de su padre no es tan grave como se había hecho creer, y su madre tiene mucho que explicar. Will y Jennifer se despiden cuando las tareas de cuidado infantil de Jennifer llegan a un final abrupto.

Mandy tiene que admirar el maravilloso trabajo que Jennifer ha hecho con los niños, y admite que había subestimado sus capacidades. Jennifer regresa a la oficina y luego va a ver a Will, en quien no había dejado de pensar.

Jennifer idea un plan para poder ver más a los niños y darle a Brian y Mandy algo de tiempo para ellos. La familia mira juntos las fotos del viaje, y una sorpresa especial de Flo les ayuda a revivir las últimas semanas tan llenas de acontecimientos.