La vida de Jennifer no podría ser más diferente de la de su hermana, que está casada y tiene tres hijos. Jenny se dedica a su trabajo y a ser una buena tía, no mucho más. Todo cambia cuando su hermana se va de viaje a Europa con su marido, dejándola sola con los niños.

Además de guías turísticas, Jenny le lleva a su hermana Mandy un regalo para animarla a divertirse más en sus vacaciones en París. Cuando Jenny sale para una cita con su novio, Quinn, se topa con Will, el nuevo vecino de Mandy.

Mandy está a punto de partir a su esperada luna de miel. Pero, de repente, sus padres no pueden ocuparse del cuidado de los niños y es demasiado tarde para contratar a una niñera. ¿Se puede confiar en la tía Jennifer para que la sustituya?

Después de que su hermana la deje a cargo con cierta resistencia, Jennifer se sorprende por los complejos planes y arreglos que se han hecho para los niños. Pasa por el trabajo para explicar que necesita tomarse un tiempo libre y promete recuperarlo.

Jennifer deja a su sobrina en el entrenamiento de fútbol y se da cuenta de que está siendo acosada por otras chicas. Al llevar a los niños a casa, se encuentra de nuevo con Will y tiene otra agradable charla con él. Esa noche, los talentos culinarios de Jennifer se ponen a prueba cuando prepara su primera cena para los niños.

Aunque su hermana aún no confía en ella, Jennifer tiene las cosas más o menos bajo control. Al día siguiente, tiene todos los almuerzos de los niños listos a tiempo para el colegio, le da a Flo un regalo de cumpleaños adelantado y hace un trato con Alice, que está sobrepasando, y mucho, los límites impuestos por su madre

El marido de Mandy no está tan decidido como ella a disfrutar de los aspectos culturales destacados de sus vacaciones europeas, e intenta que ella se relaje. De vuelta en casa, surge una crisis mientras Jennifer hace la colada. Will aparece para salvar la situación, y Jennifer descubre más sobre su vida anterior durante el almuerzo.

Mientras Jennifer prepara la cena, los niños reciben una llamada de Skype de su madre, que aún no se ha relajado en sus vacaciones. La madre de Jennifer y Mandy llama a Jennifer y le da una actualización sobre la salud de su padre, ¡pero no todo es lo que parece! Al día siguiente, Will aprovecha la oportunidad para invitar a Jennifer a una cita.

Jennifer está haciendo un excelente trabajo con los niños, pero su novio, Quinn, está enojado porque ella se ha olvidado por completo de sus planes. Recién llegada a París, Mandy recibe la noticia de que sus padres no vendrán a ayudar, y quiere volar a casa inmediatamente, abandonando sus vacaciones y, muy posiblemente, a su esposo Brian.

Mandy ha reservado un vuelo de regreso a casa para la mañana siguiente y ya no puede evitar una conversación difícil con su esposo, quien quiere que se quede para la luna de miel romántica que ha estado esperando. De vuelta en casa, Jennifer deja a Flo en una fiesta de cumpleaños.

Mandy decide quedarse en Europa después de todo. Jennifer lleva a Miles a la escuela y descubre el alcance del acoso que sufre todos los días.

Will le trae a Jennifer otro regalo de la liquidación de la casa, y esta vez Jennifer le pregunta si le gustaría ayudarla alguna vez. Ella consulta con su jefe y hace una videollamada familiar con Mandy y Brian, quienes finalmente están disfrutando de su libertad en París. En la escuela, Flo descubre que las chicas de su edad pueden ser muy volubles.